miércoles, 15 de diciembre de 2010

Imprevisto en la ruta de hoy "de Soques al Lac Arremoulit-Lac d'Artouste"

Hoy no empezamos con buen pie: por un lado no madrugamos lo que deberíamos haber madrugado y por el otro hoy el viento aunque no soplaba fuerte triplicaba la sensación de frío con lo que parecía que te estaban afeitando los hocicos y el sol todavía se mostraba tímido.




Bueno, pues llegamos sobre las 10:30 al lugar de la carretera donde estacionar el coche y comenzar nuestro recorrido, así que nada más bajar del coche tuve la sensación de que hoy nos tocaría correr si queríamos realizar el trayecto completo.

Después de apróximadamente 1 hora de cómoda subida sin nieve ni hielo llegamos a la parte donde después de cruzar un pequeño puente aparecían zonas con firme helado.


En esta parte el sol no llegaba y el suelo era hielo pero camuflado bajo una fina capa de nieve de apenas unos milímetros así que resbalarse no resultaba nada difícil , así que decidimos ponernos los crampones.

Estando sentada en e l suelo y acabado de ajustarme el último crampon oímos un aullido. Un aullido estremecedor ronco y triste.
Uhhh! eso parece un lobo y no está muy lejos..... y cuando digo no está muy lejos es que casi
lo huelo..... Entonces mi mente empezó a engrasar el aparato "reacciones rápidas por favor"
y me veía levantandome de un salto y levantando los palos para asutar al lobo, porque si un lobo se dejar ver ...... es que quiere algo no?

Alcé la vista pero sólo ví nieve. -Míralo - dijo Marcos entonces.

No no puede ser es imposible...

-Por ahí viene......


Pero si eso no es un lobo eso es un perro de caza.!

Pobre animal se había perdido y lloraba desgarradoramente, sangraba de una patita (suponemos que por el hielo).

Dedujimos que no estaba abandonado porque llevaba un enorme collar fosforescente con grandes números . Al principio pensé que tal vez le había pasado algo al dueño pero como todavía no nos habíamos alejado demasiado teníamos cobertura y llamámos por el móvil al número escrito en el collar. Afortunadamente después de varios intentos contestó el dueño .





Le dijimos exactamente donde estábamos y nos dijo que no nos movieramos de allí que tenía un amigo cerca buscando a otros perros que también se habían perdido. -Y un jamón! yo no me quedo quieta porque si no pareceré la Venus del Milo estatua y sin brazos (que se me habrán caído tiesecitos de frío) vámonos para abajo a la carretera. Y allí hablamos de lo que tú quieras.

Y allí encontramos al dueño que venía en un todo terreno...



En total cuando llegamos abajo y le devolvimos el perro (que por cierto se llamaba "Hebert") a su dueño ya eran las 12:30 del mediodía ¿a dónde vas ya a esas horas si las 10:·30 ya me parecía demasiado tarde. Nuestra excursión de hoy se había fustrado.

Me alegro por el perro que no lo estaba pasando nada bien allí arriba congelandose las pezuñitas, que aunque el dueño dijera que estaba acostumbrado a la nieve , a mi me sonó más a -me importa tres cominos lo que le pase a mi perro porque tengo 30 más en la barraca de ahí abajo

Total ahora no es época de caza....

Un dueño que se precie no pierde "varios animales" un mismo día quizá una vez en toda su vida y cuando lo recupera salta de alegría, no como este que parecía que le habíamos entregado un saco de "cacotas" y encima nos tenìa que dar las gracias.

Bueno mañana lo volveremos a intentar..... y si me encuentro un can se tendrá que esperar a que vuelva para que se lo entregué al "animal" de su dueño.

2 comentarios:

  1. El afortunado Hebert sueña todos los días desde entonces con sus rescatadores...; Seguro que el pobre planificó e ideó una perfecta escapada al estilo "Evasión en la Granja", con sus compañeros de penas, pero no calcularon bien la época del año, o sí, y preferían morir en el intento a seguir con su "amo".

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